Queralt y Fernández Maquieira, Hipólito de. Marqués de Albaserrada (XIII). Madrid, 1.VIII.1868 – 27.VII.1919. Agricultor y ganadero de reses de lidia.
Hipólito de Queralt y Fernández Maquieira era el segundo hijo varón de Hipólito de Queralt y Bernaldo de Quirós, X conde de Santa Coloma, cinco veces Grande de España (Sevilla, 22.IX.1841 – Madrid, 12.VI.1877), y de Elvira Zenaida Fernández-Maquieira y Oyanguren (Valparaíso [Chile], 10.X.1845 – Madrid, 3.XII.1906).
Quedó huérfano de padre a temprana edad, en 1877, y habiendo heredado su hermano Enrique los títulos paternos, con posterioridad cedió éste a sus hermanos alguno de ellos. A Hipólito le correspondió, por cesión de su hermano primogénito el de XI conde de Santa Coloma, el título de marqués de Albaserrada, en escritura autorizada por el notario madrileño Antonio Rodríguez de Gálvez, el 26 de julio de 1890, obteniendo carta de sucesión el 23 de octubre siguiente. Fue el marqués de Albaserrada maestrante de Sevilla, admitido en 1895, jurando su cargo el año inmediato siguiente.
Casó Hipólito, el 14 de octubre de 1892, con María Luisa López Nieulant (Madrid, 21.XI.1871 – 12.XII.1957), dama noble de la Orden de María Luisa, hija de Federico López y Gaviria (senador del Reino, maestrante de Ronda y gentilhombre de Cámara de Su Majestad), y de María Isabel Nieulant y Villanueva, condesa de Atarés, marquesa de Perijáa.
Su actividad giró en torno de las explotaciones agrícolas en Andalucía (en Gerena, principalmente, pero también en Aznalcóllar, como la dehesa del Berro) y de la creación de una muy notable ganadería de bravo que le hizo famoso en su época y que terminaría por crear un encaste singularizado hoy por el Real Decreto 60/2001. El origen de su ganadería se encuentra en la de su hermano el conde de Santa Coloma, quien le vendería “173 cabezas de ganado joven” por un total de 22.668 pesetas, firmando el documento de compraventa el 11 de junio de 1912. El ganado de Santa Coloma procedía del cruce —realizado desde 1905— entre reses de Eduardo Ibarra y de Rafael Rueda Osborne, marqués de Saltillo, y aunque se ha dicho que vendió a su hermano Hipólito lo más asaltillado, nunca ha quedado plena constancia de ello.
Al parecer, fueron vacas de desecho las adquiridas por el marqués a su hermano, cubiertas cada año con sementales que el conde le cedía.
No lidió nada de lo adquirido, sino que estrenó — con muy poco éxito— sus propios productos el 23 de abril de 1916, con una corrida en la plaza de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla, que fue muy criticada por su falta de edad y trapío. No mejoró dicha apreciación en 1917, lidiando toros en Barcelona, muy desiguales en bravura y terciados de tamaño, lo mismo que los novillos corridos en Sevilla (doce en total). Sin embargo, mejoran espectacularmente sus resultados en 1918, lidiando veinticinco toros y destacando una bravísima corrida jugada en la plaza de San Sebastián, junto a otras interesantes en Sevilla, La Línea o Barcelona; también dieron buen juego sus hermanos menores (hasta quince novillos corridos en las plazas de Sevilla o Valencia). Con ello recuperó el cartel entre la prensa y afición. Su mejor año fue el último en que el marqués disfrutó de la vacada, 1919, en que se presentó en Madrid (adquiriendo la antigüedad de 29 de mayo de 1919), y lidió también buenas o interesantes corridas en Bilbao, Pamplona, Linares, San Sebastián o Sevilla. Este último año se corrieron también catorce novillos entre Málaga y Madrid. Destacó un toro de bandera en la corrida madrileña, Barrenero, con el que el mexicano Rodolfo Gaona, anduvo francamente mal.
Hipólito falleció en Madrid, a las ocho de la mañana del 27 de julio de 1919, tras una corta enfermedad, con fama de caballero, buen padre de familia y trato en extremo agradable. Dejó cuatro hijos, Hipólito, XIII marqués de Albaserrada, XI marqués de Besora y capitán de Artillería; Luis, IX marqués de Camponuevo y teniente de Artillería; María Isabel, XIV marquesa de Albaserrada, XII de Besora y XVII de Taracena; y María Zenaida, X marquesa de Camponuevo.
La ganadería, por la que se habían interesado algunos ganaderos ya en 1919, lidió toros y novillos a nombre de sus herederos en 1920, manteniendo la línea ascendente de los últimos años, y terminaría siendo comprada ese mismo año por José Bueno, radicando la misma en Palazuelos (Valladolid). De éste pasaría la vacada a su viuda, Juliana Calvo, y de ella a sus sobrinos, los hermanos Escudero Calvo, a quienes la comprarían Venancio, Victorino y Adolfo Martín Andrés.
Fuentes y bibl.: Archivo Histórico Nacional, Consejos, leg. 8.991, n.º 53.
B. del Amo (Recortes) y V. Bagüés (Don Ventura), Toros, bueyes y monas en 1916, Madrid, R. Velasco, 1916, pág. 12; Toros, bueyes y monas en 1917, Madrid, R. Velasco, 1917, pág. 16; V. Bagüés (Don Ventura), Toros y Toreros en 1918, Bilbao, La Editorial Vizcaína, 1918, págs. 22-23; Toros y Toreros en 1919, Bilbao, Editorial Bilbaína, 1919, págs. 32- 33; [“Marqués de Albaserrada”], en La Acción (Madrid), 27 de julio de 1919, pág. 2; J. Lasso de La Vega (Solas), Notas taurinas. Recopilación de datos útiles e interesantes para los profesionales y los aficionados a las corridas de toros, Madrid, V. Rico, 1919, pág. 30; L. Uriarte (Don Luis), Toros y Toreros en 1920, Madrid, Tipografía de El Liberal, 1920, págs. 32-33; Relación de Hermanos Mayores, Tenientes y Secretarios e índice alfabético de los Caballeros que han pertenecido a la Real Maestranza de Caballería de Sevilla. 1670-1999, Sevilla, Real Maestranza de Caballería de Sevilla, 1999, pág. 75; J. M. de Mayoralgo y Lodo, “El linaje sevillano de Villacís”, en Anales de la Real Academia Matritense de Heráldica y Genealogía, Volumen IV, 1996-1997, Madrid, Real Academia Matritense de Heráldica y Genealogía, 2001, pág. 45-47; http://www.victorinomartin.com/historia-ganaderia-victorio-tierra-de-toros.html.
Rafael Cabrera Bonet
